Tengo la suerte, y la responsabilidad, de dirigir los mercados clave para Costa, que son Italia, Francia, España y Portugal. Y desde esa perspectiva multi-mercado me gustaría hacer esta reflexión sobre la importancia que tiene el pasado cuando miramos al futuro. No sólo es la experiencia que hemos podido acumular durante tantos años para gestionar cada vez mejor una operativa de por sí complicada, pero apasionante. O los millones de semanas de ensueño que hemos podido hacer que experimenten nuestros pasajeros durante 75 años de operación. Es también, y quizá con mayor énfasis, la responsabilidad de usar toda esta experiencia para seguir innovando de manera constante, ya sea en tecnología cada vez más sostenible como en nuevas vivencias a bordo y en tierra cada vez más memorables.
Me parece que tenemos todos el inmenso privilegio de trabajar en una industria que necesariamente se apoya en una dimensión emocional. No solo es qué vives a bordo, que es mucho, sino cómo lo vives. Si a una fantástica experiencia de crucero en un barco tecnológicamente avanzado y lleno de opciones de ocio, restauración y entretenimiento (sería el qué) le añades la capacidad de sorprender y conseguir que el consumidor se asombre cada día (esto sería el cómo), tenemos una nueva propuesta de valor en la que la dimensión emocional hace aún más grande a la dimensión racional. Es cuando el todo es mayor que las partes, y por ello queremos seguir construyendo un nivel de experiencias que son de verdad memorables y ganan, de largo, a muchas otras opciones vacacionales.
Acabamos de celebrar nuestros primeros 75 años como Compañía, con eventos en varios mercados que han estado llenos de emoción, y muy a la altura de este hito. Y en todos ellos he podido comprobar, junto a mis equipos y Agentes de Viaje, Instituciones y Medios de Comunicación, el inmenso cariño de todos, el respeto por nuestra historia, y las primeras caras de asombro al empezar a conocer nuestro futuro.
I have the good fortune, and the responsibility, to manage the key markets for Costa, which are Italy, France, Spain and Portugal. And from that multi-market perspective, I would like to reflect on the importance of the past when we look into the future. It is not only the experience we have been able to accumulate over so many years to manage an already complicated but exciting operation better and better. Or the millions of dream weeks we have been able to make our passengers experience during 75 years of operation. It is also, and perhaps more emphatically, the responsibility to use all this experience to keep innovating constantly, whether in ever more sustainable technology or in ever more memorable on-board and ashore experiences.
It seems to me that we all have the immense privilege of working in an industry that necessarily relies on an emotional dimension. It's not just what you experience on board, which is a lot, but how you experience it. If to a fantastic cruise experience on a technologically advanced ship full of leisure, dining and entertainment options (that would be the what) you add the ability to surprise and amaze the consumer every day (that would be the how), we have a new value proposition in which the emotional dimension makes the rational dimension even greater. It's when the whole is greater than the parts, and that's why we want to continue building a level of experiences that are truly memorable and beat, by far, many other vacation options.
We have just celebrated our first 75 years as a Company, with events in several markets that have been full of excitement, and very much living up to this milestone. And in all of them I have been able to witness, together with my teams and Travel Agents, Institutions and the Media, the immense affection of everyone, the respect for our history, and the first faces of astonishment as we began to tell them about our future.